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¿Queremos este Mundial?

Zeltia Regueiro

Queda menos de un mes para el Mundial de Catar, una cita futbolística de primer nivel rodeada de controversia. Desde que en 2010 se eligió ese país como sede ha habido cientos de muertes de trabajadores, debido a las duras condiciones laborales en las obras de construcción de los estadios.
En un país en el que los derechos de los trabajadores brillan por su ausencia, se ha aprovechado la ‘kafala’, un sistema de patrocinio que despoja de derechos a los empleados migrantes. No se les permite cambiar de trabajo, no pueden exigir unas mínimas condiciones dignas y se les puede confiscar el pasaporte. Una práctica que no deja de enmascarar unas condiciones laborales cercanas más a la explotación y a los trabajos forzosos.
Los derechos humanos son un espejismo en el país catarí, empezando por la nula igualdad entre hombres y mujeres. Estas son discriminadas a diario, de una forma abusiva e incluso amparada por la ley. Con trabas tales como problemas para divorciarse o el hecho de que las menores de 25 tengan un tutor que les tiene que autorizar cuestiones como viajar al extranjero o incluso salir de sus casas.
Existe la pena de muerte en el país y la libertad de expresión está supeditada a lo que se pueden o no considerar como expresiones “contrarias al gobierno” y está penada con multas e incluso con la cárcel.
La homosexualidad está prohibida, está penada con la prisión y el organizador del Mundial instó a que no se mostraran muestras de afecto entre personas del mismo sexo en público durante el evento deportivo.
La FIFA se ha esforzado estos años por incluir campañas de respeto contra el racismo, en contra de la homofobia y a favor de la igualdad entre hombres y mujeres. Pero lucir brazaletes arcoiris y promulgar la equidad choca con acudir a un Mundial donde todas las selecciones saben que se pisotean todas aquellas causas que defienden.
Federaciones como la de Alemania, Noruega, Bélgica o la de Suecia ya han mostrado su preocupación por el hecho de que no se vayan a respetar los derechos humanos. La marca que viste a la selección danesa ha presentado una equipación en el que atenúa el logo de su diseño y el escudo del país en protesta por la vulneración de esos derechos. Por su parte, Inglaterra ha informado de que lucirá el brazalete arcoiris, aunque esto suponga una multa por parte de la FIFA.
Una actitud más combativa y coherente, que contrasta con la tibieza que muestra la Federación Española, que guarda silencio. Cuando ante una injusticia se guarda equidistancia se corre el riesgo de que piensen que se está del lado del que oprime.

 

Foto: <a href=»https://www.freepik.es/vector-gratis/banner-sobre-tema-campeonato-mundial-qatar-2022_29724368.htm#query=mundial%20futbol&position=3&from_view=search&track=sph»>Imagen de malikadesign</a> en Freepik

Zeltia Regueiro

Combino comunicación offline (periodismo en Dxtcampeón) con online (soy community manager). Acabo de publicar mi primera novela, "240" (Letrame editorial). ¿Conectamos? Más info sobre mí

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