Instalados poco a poco en la «nueva normalidad, con Galicia a punto de afrontar su segunda semana en la Fase dos, los gimnasios se enfrentan a retos muy complicados para su supervivencia. Ha sido el momento, para muchos de ellos, de agudizar el ingenio. Es el caso del Gimnasio Fibra, situado en el polígono de Elviña, en la segunda fase.
Una instalación deportiva, especializada en los deportes de contacto, que nació en 1986, y de la que es propietario José López Gacio desde 2017. De momento, permanecen cerrados y durante estos meses han aprovechado para realizar mejoras.
«Tenemos una sala de pesas, de la que seguramente nos vamos a deshacer y, aprovechando que no podemos abrir hasta la fase tres, como mínimo, hemos decidido reformar un poco el vestuario de chicos, que se quedaba pequeño, y las duchas, renovando las tuberías, que ya tenían muchos años», explica José.
Foto: Clinic a través de zoom
Clases online
Para evitar que sus alumnos se desenganchasen de la actividades, desde que se decretó el estado de alarma los trabajadores del gimnasio no duraron en mantener la llama deportiva, a través de las clases virtuales.
«Tras cerrar, contactamos con los alumnos y estuvimos impartiendo clases online para, por ejemplo, para preparar el trofeo Miguelito. Han sido alrededor de 60 clases online de judo por medio de Facebook y unas 35 de preparación física«, resume José. Una iniciativa que tuvo «muy buena acogida«.
«No se engancharon todos, porque no todo al mundo le iban bien los horarios, sobre todo en Zoom, ya que tiene una hora marcada. Pero en Instagram y Facebook, al quedar grabadas clases, las visualizaciones se dispararon, con alrededor de 400 reproducciones«, comenta.
Foto: Gimnasio Fibra
Un gimnasio al aire libre
Tras irse rebajando las medidas de confinamiento, desde el Gimnasio Fibra han ido un paso más allá realizando esta semana su primera clase al aire libre en una zona verde, «una arboleda en el barrio, un sitio separado de la carretera, tiene sombra y cerquita del gimnasio». «Esperamos mantener los entrenamientos al aire libre hasta el 15 de junio y, a partir de ahí, hacerlos dentro«, expone. Es consciente, no obstante,que para ello tendrán que «acotar las zonas, llevar a cabo las medidas protocolarias…» y están un poco «a expensas de lo que vaya pasando».
Un ERTE como solución tras el estado de alarma
«Todos nos acogimos al ERTE. Suponemos que, al ser deporte de contacto, vamos a ser los últimos en abrir y la época de los gimnasios, la buena, es ahora. En julio y agosto los gimnasios se vacían. Hasta septiembre u octubre no creo que retomemos la normalidad y luego veremos cómo son las normas con el aforo, la gente que podremos meter en clase… Eso seguro que hay que reestructurarlo», admite José.
Incertidumbre con respecto al futuro
Contaban con alrededor 200 alumnos en las actividades. «Es un número que fluctúa, viene unos y otros se van, pero contando todo el año la media es de 150, y son alumnos de todas las edades. Ahora en verano los niños paran y ahora veremos cuándo se retome la normalidad. No creo que volvamos a tener el mismo cupo de gente, porque teníamos las clases llenas«, admite José, que apela a tomar «con calma» lo que depare el futuro.