«Nueva normalidad». Esa nueva palabra que hemos incorporado a nuestro imaginario colectivo, que escuchamos cada día en boca de los políticos y en los medios de comunicación.
Esa expresión que parece más de «1984», la gran novela de George Orwell, que del siglo XXI. Un nuevo escenario lleno de interrogantes y muy pocas certezas. La vida, al menos de momento, no volverá a ser la misma que conocíamos y de la que nos despedimos el pasado 14 de marzo.
Ese día, muchos pequeños comercios tuvieron que bajar la persiana sin ver ni cómo, ni cuándo podrían volver a abrir, si es que sobrevivían. Muchas historias de esfuerzo y superación detrás de cada uno de esos pequeños autonómos que desde este lunes han regresado, solo algunos, con miedo e incertidumbre sobre el futuro.
Quiero contar hoy la historia de Lorena Tojeiro Gómez, dueña de una tienda de ropa, «Divina Locura», de Miño (A Coruña), que se prepara para regresar a la actividad el próximo lunes 11 de mayo. Una fecha que le ha dado esperanzas y nervios, los mismos que tuvo cuando puso en marcha su negocio, hace ya cuatro años…
En recuerdo y homenaje a la abuela
«Cumplimos el pasado 12 de diciembre 4 años y no puedo decir que fuera un proyecto ya pensado. Pero, a mí se me mete algo en la cabeza y hasta que lo consigo no paro. Me había quedado sin trabajo y justo el bajo donde mi abuela también tuvo su negocio hacía muchos años estaba justo vacío. Pensé que era mi momento y el momento de rendirle homenaje a la persona que me lo enseñó todo en esta vida. Pero, sobre todo, a ser valiente, luchadora, tenaz y trabajadora. Así que puedo decir que estoy muy orgullosa de lo que hice en aquel momento y, aunque sabemos que los negocios pasan por buenos y malos momentos, a mí Divina me ayuda todos los días a abrir la puerta y seguir adelante, como ella también haría».
Altibajos, pero siempre hacia adelante
«Antes de la llegada del Covid-19 ya eran meses flojos para el comercio. Febrero y marzo suelen ser muy bajos y ya nos cogió, como digo yo, «bajos de defensas», relata Lorena, que se vio obligada, como muchos autonómos, tuvo que «pasar por caja». «Tuve que pagar cuota de autónomos en marzo, y está en el aire si nos la devuelven o no… Además, solicité la prestación por cese de actividad y me salió aprobada, ya que el mes de marzo dio pérdidas«, admite.
Foto: Divina Locura
Aprendiendo a vivir en confinamiento
«Pensé que se me iba hacer más duro, la verdad, no soy una persona de estar mucho tiempo en casa. Me gusta mucho conocer sitios nuevos, estar con gente y hablar, de ahí que esté cómoda en mi trabajo cara al público«, remarca Lorena. Aunque, como todos, está demostrando una gran capacidad de resiliencia.
«Supongo que me adapto a cualquier circunstancia (intento siempre sacar el lado bueno de las cosas) y aproveché para estar en calma, leer, ver series, hacer algo de ejercicio, alguna manualidad que otra y muuuucha limpieza por casa».
Entre la esperanza y el miedo
Volver a abrir, al margen del reto que supone para cualquier comercio, es abordado con una mezcla de esperanza y miedo. «Tengo sentimientos encontrados. Me siento muy ilusionada y con muchas ganas de volver a abrir la puerta, se puede decir que hasta siento eses nervios del primer día, pero también tengo un poquito de miedo y esa incertidumbre que creo que tenemos todos ahora mismo».
«A todos los que estamos al frente de un negocio nos invade un poco el miedo al futuro y a la adaptación de esta «nueva normalidad» y nos rondan mil preguntas por nuestra cabeza: ¿tendré más beneficios que gastos? ¿Saldrá esto bien y no tendré que cerrar la puerta mañana? ¿Nos estamos apurando mucho? ¿Sabremos respetar las medidas? Pero toca ser optimistas», afirma.
«Es difícil saber cuándo recuperaremos lo perdido hasta ahora, y difícil saber también si tendremos aún más pérdidas los próximos meses… Pero, hay que dejar la negatividad fuera, y espero que este «desastre» al menos nos haya valido para intentar ser mejores personas en el futuro, no pensar solo en nosotros mismos y apoyar más al vecino y al pequeño comercio, que siempre lo tenemos un poquito mas difícil», desea.
Foto: Divina Locura
Medidas de cara a la reapertura
Para que el día 11, este próximo lunes esté todo listo, Lorena ha empezado ya a prepararlo todo. «Hemos tomado todas las medidas de higiene posibles: en la tienda contamos con plancha a vapor desinfectante y tendremos productos adecuados para que todo esté desinfectado en todo momento. Usaremos un solo probador y tendremos lo justo al alcance de los clientes», enumera.
«Además, propondremos un protocolo a seguir en el local, en el cual se obligará la entrada con mascarilla, entrada sin acompañantes y respetando siempre la distancia de seguridad. Nosotros pondremos a disposición de nuestros clientes guantes y gel hidroalcohólico en la entrada para la seguridad absoluta», apunta.
Optimismo por bandera
«Está claro que nadie sabe que pasará, pero yo intento no pensar mucho en eso y centrarme en tirar para adelante e ir día a día. Hay que intentar ser positivos siempre, aunque a veces sea complicado. Creo que si todos ponemos de nuestra parte saldremos de ésta, aunque es una realidad que nos espera un año complicado por delante«, aclara Lorena.
Apoyo de la clientela
«Me siento muy afortunada de las clientas que tengo y muchas me han trasmitido a través de mensajes y de las redes su apoyo y su ánimo. Es muy bonito y gratificante y mas en estos momentos. Les estoy siempre muy agradecida por el cariño que me muestran«, asegura.