Diarios del COVID-19: Psicología, nueva realidad y proceso de duelo

Zeltia Regueiro

Estos días estamos escuchando hablar mucho sobre las repercusiones económicas y sanitarias de la pandemia, pero me gustaría poner el foco en las repercusiones psicológicas. En la manera en la que esto nos afectará a nivel mental, como sociedad, y a nuestros médicos, enfermeras y en general personal sanitario.

Las claves de estas y otras cuestiones me las dio Gabriel Pita Patiño, psicólogo deportivo que estuvo precisamente trabajando en el Deportivo, y que actualmente también ejerce como educador físico-deportivo.

 

  • La gente se está adaptando a una situación anormal y que se está alargando en el tiempo, ¿cómo es posible?

El ser humano es muy adaptativo, por eso supo sobrevivir a todo, y pienso que la gente empieza a estar adaptada a la realidad, lo que no quiere decir que esté a gusto con ella. La gente que no se adaptó será seguramente la que lo está pasando realmente mal, porque si después de más un mes no te has adaptado, eso va a pasar factura.

 

  • ¿No puede ser un problema adaptarse?

La gente confunde la adaptación de una situación con la normalización de una situación. Por poner un ejemplo: tú te rompes un brazo, te lo escayolan y estarás un mes con la escayola puesta. Tienes dos opciones: tratar de hacer tu vida como si no tuvieras una escayola o ser consciente de que la tienes y por ello tienes que adaptarte a ella.

Las primeras semanas lo vas a pasar mal, porque te vas a dar cuenta de todo lo que antes podías hacer ahora no lo puedes hacer por la escayola, pero a partir de ahí, lo inteligente sería que tú pensaras “vale, ahora en esta situación, tengo que pensar qué puedo hacer y qué no para sobrellevar esta situación. Eso es adaptarme, pero eso no implica que cuando me quiten la escayola y pueda volver a usar el brazo no utilice el brazo. Sería absurdo que cuando me quitasen la escayola siguiese viviendo como si la tuviese puesta, que de hecho es una de las cosas que pienso que van a ocurrir con la desescalada. La gente piensa que el proceso de desescalada y la vuelta a la vida normal será el proceso inverso al que hemos vivido y para nada. Será un nuevo proceso de adaptación, a una nueva vida, con un nuevo contacto social. La vida como la conocíamos antes creo que tardaremos mucho en volver a tenerla, por lo tanto la clave es que nos adaptemos a las nuevas situaciones cambiantes que van a ir surgiendo casi semana a semana.

 

  • ¿Está faltando esa labor didáctica, de explicar que la realidad que nos encontremos será muy distinta la que teníamos antes del confinamiento?

No se está haciendo esa labor, porque quizá no se está siendo consciente de la importancia de esa labor. Entiendo que la preocupación principal del gobierno es de tipo sanitario, en segundo lugar de tipo económico y en tercero de tipo laboral, relacionado con las otras dos. La parte psicológica yo creo que se comprende que es importante, pero puede que no hayan encontrado la manera de manejarla. Creo que no estaría mal. Desde los colegios oficiales de psicología y más organismos nos han hecho llegar a los colegiados mucha información para tratar de divulgar, pero no estaría mal que se pudiese hacer una labora didáctica desde el gobierno, incluso a la hora de redactar los discursos por parte de los organismos oficiales explicar esta situación. Se está teniendo en cuenta, por el tipo de mensaje que se manda, previsor y muy anticipatorio de lo que viene.

En su última comparecencia, Pedro Sánchez dice que la desescalada va a ser muy lenta, que a nadie le sorprenda que haya una vuelta atrás, es decir, que podamos hacer cosas y que tengamos que dejar de hacerlas. La dificultad radica en eso, ese mismo mensaje tiene que ir lanzado para los niños, para las personas mayores, los desempleados, para el que vive solo, en familia… Es muy difícil hacer un mensaje para todos, por eso las personas que se encuentran en una situación de dificultad especial o que están viviendo este momento con mayor problemática, deberían tener acceso a algún profesional que pudiera ayudarles.

 

  • ¿Ahora mismo cómo es tu situación laboral?

Estoy trabajando como educador físico-deportivo en un centro, pero nuestra actividad se vio suspendida por la crisis del coronavirus. Yo dentro de la empresa en la que trabajo traté de ayudar un poco a mis compañeros, que ellos pudieran asimismo ayudar a sus alumnos para tratar de sobrellevar este proceso. Además, también tengo asesoramiento con deportistas de forma individual.

Básicamente se trata de mantener el contacto con ellos, ver cómo lo están llevando. La gente siempre me pregunta por los deportistas, que son las personas que aparentemente peor lo pueden pasar, porque no pueden hacer su actividad. Por un lado, esto es así, pero también es cierto que los deportistas son personas que están bastante acostumbradas a tener rutinas y horarios preestablecidos. Creo que es la base para la gente que está adaptándose a esta situación, es decir, si me voy a pasar 60 días en casa tengo dos opciones: empezar ya el día uno contando los días que me faltan para irme y que esto pase rápido o darme cuenta en el día siete de que esto va para largo y organizarme y decirme, “me queda un tiempo indefinido aquí, voy a tratar de organizarme”. Nosotros tenemos nuestra rutina habitual, nos organizamos, tenemos unas horas para hacer las comidas…

 

  • Deportistas, ¿personas más adaptativas?

Los deportistas son personas extremadamente adaptivas. Son gente que su capacidad principal es adaptarse a las circunstancias o no habrían llegado a donde están.  El típico ejemplo es cuando ves a un jugador de Segunda o Tercera con unas cualidades técnico-tácticas espectaculares, pero a nivel físico no da el nivel o a nivel psicológico no es capaz de lidiar con la situación. Una de las frases que como psicólogo más me molestan, por decirlo de alguna manera, es la de “este jugador si no fuese por la cabeza estaría donde quisiera” y precisamente no está por eso. Los jugadores tienen ese talento mental, son muy adaptativos, sino sería imposible.

Siguiendo el ejemplo del fútbol, un jugador puede pasar de ser pichichi en Segunda, ser titular, jugar todos los partidos a que lo fiche un equipo de Primera y pasarse un año completo jugando 180 minutos. Si él no fuese capaz, a pesar de no tener una motivación extrínseca, de mantener su hábitos y capacidades intactas, ese año ese jugador se tendría que retirar.

 

  • ¿Cómo se explican tantos casos de insomnio?

La base de eso radica en los hábitos y las rutinas. Si no tienes un horario fijo para hacer las comidas, si tampoco estás teniendo una exposición a la luz natural, ni estás haciendo ningún tipo de actividad física todos los sistemas que tiene tu organismo para regularse, los ciclos de sueño y vigilia están en off. Lo más normal es que tu cuerpo no sepa si son las diez de la noche o las seis de la tarde y más si lo sumas a que estamos entrando en el horario de verano, donde anochece mucho más tarde y eso hace que sea más difícil.

 

  • El ritmo de vida frenético que llevábamos se ha parado, ¿y ahora qué?

La población general está acostumbrada a que desde fuera se le marque todo: tu jefe te dice a qué hora puedes entrar y salir, tus hijos te marcan a qué hora tienen el colegio y las actividades, por lo tanto tienes que ir a esas horas, en el tiempo que te queda libre marcas la hora a la que vas al gimnasio y muchas veces ni siquiera vas. Cuando todo esto desaparece tú te conviertes en el dueño de tu vida, que eso en la teoría suena fenomenal.

La gente quizá no se había planteado ese ritmo de vida, ese del que tanto nos quejamos, pero al que estamos tan acostumbrados y que cuando nos lo cambian nuestro cuerpo lo echa de menos. No podemos comparar la vida una persona que trabaje en el centro de Madrid, que todos los días vaya a coger el metro, que tenga que ir a mil por hora, trabaje muchas horas al día y que de repentelo metan en su casa, a un señor que vive en una aldea, en la que su vida va al ritmo que él marca, que tiene que ir a dar de comer a sus animales, recoger su cosecha y dar un paseo y que ahora le digan que tiene que hacer exactamente lo mismo, la única diferencia es que no puede ir a casa de un vecino a hablar. Evidentemente no le va a afectar de la misma manera.

Ahora sería una oportunidad buena para que le gente analizase en qué medida es capaz de autogestionarse y en qué medida está gestionado por los factores externos y ambientales, que son los que están determinando todo lo demás. Si no hubiera una oficina a la que tuviera que ir a las ocho de la mañana, ¿soy capaz de levantarme a las siete? ¿Y durante todo este tiempo? Para mí esa es la base de todo, la capacidad para construir un hábito para campear la situación.

 

  • ¿Tendremos que ir hacia la potenciación del teletrabajo en el futuro?

Para mí la clave es que no estamos en un país cuyo modelo productivo se base en la productividad, se basa en el presentismo. Es un concepto que me parece curioso, porque soy una persona a la que le gusta trabajar por objetivos, nunca por tiempos, porque puede ser que un objetivo que tenga previsto cubrir en ocho horas lo cubra en seis o viceversa. Es absurdo que una persona esté atada a una jornada, siempre que el sistema lo permita, cuando podría ser mucho mas productiva si se le marcan unos objetivos.

Es una oportunidad buena para las empresas que vean que pueden sobrevivir teniendo gente en casa y enseñándole a la gente a trabajar por objetivos lo puedan hacer ¿Qué pasa? Esto no se adapta a todo el mundo ni a todos los trabajos. Pero si pudiéramos implementarlo le ahorraría una cantidad tremenda de costes a las empresas.

 

  • ¿Cómo cuidar a los sanitarios cuando esto pase y lleguen las secuelas?

Lo que está pasando con esta gente seguramente es que están viviendo un estado de alarma real en su cuerpo. Cuando hay estrés en el ambiente nuestro cuerpo tiene una reacción natural, que es prepararse para el estrés. La teoría más antigua sobre el estrés dice que hay una respuesta de resistencia inicial a ese estrés, luego hay una respuesta adaptativa, que se va manteniendo. Es decir, soy capaz de mantenerme en este estado de estrés para sobrevivir y cuando cesa el estrés se va a producir una caída. Esa caída será que el cuerpo va a tener realmente como un alivio y ese alivio puede verse acompañado de problemas: tanto desde el punto de vista psicológico, los médicos lo sabrán mejor que yo, como desde el punto de vista físico y psicosomático.

Por ejemplo, a mucha gente la pasa que justo se pone enfermo cuando está de vacaciones. Quiero pensar que se están adaptando, que las peores semanas ya las han pasado, y los que no se hayan adaptado, o lo tuvieron que dejar, o lo van a pasar realmente mal. Cuando vuelvan a su actividad normal, por decirlo de alguna manera, ese episodio siempre va a estar ahí. Y puede haber otras situaciones recurrentes que se lo evoquen o que les den miedo. No vivirá de la misma forma un sanitario que cualquiera de nosotros cuando salga una noticia, por ejemplo, que hable de una nueva posible pandemia mundial.

A todos nos va a asustar pero a ellos es probable que les recuerde a esto y que quede esa especie de estrés postraumático por la situación vivida. Sería muy importante que desde los propios equipos del hospital, normalmente suelen contar con psicólogos, aunque no muchos, hicieran una labor de cierre de todo este proceso. Cuando nosotros tenemos una situación traumática para poder seguir evolucionado en nuestra vida necesitamos darle un cierre, sino es una herida abierta, que se va curando, pero que constantemente se puede volver a abrir.

Por eso es tan importante lograr un cierre, tras un finalización de relación de pareja, por ejemplo, o tras el fallecimiento de un familiar o de un ser querido. Necesitamos que cuando esa persona se va nosotros asumamos y aceptemos esa muerte.

 

  • Pero ahora mismo los familiares de fallecidos por coronavirus no están pudiendo vivir el duelo al no ir a los entierros, ¿dejará eso heridas abiertas?

Es una de las partes más importantes, el hecho de ver a un familiar una vez que ha fallecido es una imagen muy dura, que no tiene que ser necesaria, pero que puede ayudar a que ese proceso de cierre se produzca. Lo que ocurre es que estamos viendo situaciones en las que la gente se tiene que ir sin que le pueda dar esa despedida. Al final el entierro no deja de ser un proceso de cierre, para que la persona pueda realmente asumir eso ¿Qué pasa? Es un proceso, no es un momento. Mucha gente cuando tiene una pérdida te cuentan que la primera noticia que recibe le impacta mucho, luego pasan unos días y no termina de creerse lo ocurrido, luego hay veces en las que se olvida de que esa persona ha fallecido y cuando el cierre se va produciendo es cuando van pasando los días y por ejemplo iba a hacer algo con esa persona y no puede, cuando es una fecha señalada y se acuerda. Para hacer el cierre, hay muchas herramientas, pero creo que sería muy interesante, aunque esto pueden explicarlo mejor los psicólogos clínicos, el escribir una carta de despedida, manuscrita a la persona que ya no está en la que se le expresan los pensamientos, las emociones, sentimientos y en la que se finaliza dejando claro que es un capítulo que se ha cerrado.

 

 

Zeltia Regueiro

Combino comunicación offline (periodismo en Dxtcampeón) con online (soy community manager). Acabo de publicar mi primera novela, "240" (Letrame editorial). ¿Conectamos? Más info sobre mí

Comentarios
Share via
Copy link
Powered by Social Snap